martes, 19 de febrero de 2008

Niño Jesús y Santos Reyes: fantasía infantil

Dr. Nelson E. Duarte Morel
Pediatra-Psicologo

22 de diciembre del 2007.

Durante siglos la humanidad ha celebrado las tradicionales fiestas de Navidad, Año Nuevo y Santos Reyes y con ellas millones de niños han disfrutado la fantasía del Niño Jesús y el Día de Reyes. De hecho, la Navidad representa para la mayoría de niños la visita de Santa Claus, el Niño Jesús o Los Reyes Magos, y su carga de regalos.
Sin duda que estas fechas significan para muchas familias pobres momentos de frustración y tensión. Para los más pudientes, en cambio, todo es gozo. En cualquier caso, la emoción de estas fechas es incomparable para todo niño debido a su nivel de desarrollo psicológico y su capacidad de fantasear y creer en historias y personajes mágicos. Navidad es magia y fantasía que perdemos al crecer.
Pero, ¿hasta cuándo prolongar esta fantasía? La respuesta es simple: hasta que el propio niño desee. Estudios muestran que la mayoría de niños descubre la verdad alrededor de los 8 años, quizá antes o después. Al aumentar el desarrollo psicológico, un niño se pregunta: ¿puede un reno volar? ¿Cabe un camello o el gordo Santa Claus por debajo de la puerta? La respuesta es obvia. Pero algunos hasta seguirán simulando que no sospechan nada y con un ojo entreabierto observarán a sus padres poner los regalos y retirar el agua, caramelos y demás yerbas que con devoción escogieron para sus visitantes.
Cuando descubren la verdad por si mismos, los niños no sufren ningún daño psicológico. Pero se les termina una época de magia y de ensoñación que muchos quisiéramos recuperar.
Después de todo, la Navidad, la noche del Niño Jesús y de los Reyes son fiestas cristianas que la familia tiene el derecho de celebrar o no, según sus creencias.
Aún recuerdo cuando a mis 8 ó 10 años, un primo más vivo que yo, me dijo: “no seas tonto, Nelson, es tu mamá la que te pone los regalos cuando estás dormido.”
Se me acabó la magia. Por eso no lo perdono.

1 comentario:

Elisa Duarte dijo...

Pués yo sigo fiel a mis creencias, no sé si es una forma de vivir con un poquito de fantasía o una forma de pensar que existe la inocencia y puedo hacerla parte de mi vida...

Pero cada navidad espero ansiosa aquellos regalos debajo de la cama, aunque nunca los encuentre...