sábado, 28 de febrero de 2009

Palo si bogas...

"No importa que hayan muerto personas, y sigan muriendo,..."

Mucho se ha dicho sobre la descomposición moral e institucional que padece nuestra sociedad desde hace tiempo. Y mucho se ha comentado en los diversos medios de comunicacion, tanto por oportunistas, políticos de oposicion como por observadores y analistas neutrales de nuestro país, sobre lo poco que hasta ahora se ha hecho por parte de las autoridades nacionales, para revertir o al menos detener esta situación. Quien suscribe piensa lo mismo: se ha hecho poco.

Solo de vez en cuando se aprecian acciones que parecen destinadas a poner algún remedio al que considero nuestro mayor problema. Y entonces, esas veces, aunque pocas, traen algún alivio, una leve esperanza.

Por ejemplo, me parecen correctas, en su mayoría, las medidas tomadas por el Secretario de Interior. Si, ese mismo; el que a mucha gente desagrada, sobre todo en los medios. El mismo que parece no muy dado a obsequiar favores, comelonas y bebentinas, a repartir 'sandwiches' o sobrecitos, actitud que en un sector le ha ganado la fama de odioso y enemigo de la prensa. Por desgracia, los que le apoyamos o vemos atinadas sus medidas, callamos y con ello alimentamos a los otros, talves la minoría.
Este funcionario sencillamente se ha propuesto a cumplir con la ley, a idear medidas destinadas a paliar o talves eliminar muchas de nuestros males. Probablemente comete errores, pero no me queda duda de su afán por adecentar y fortalecer las instituciones de nuestro país.

Los críticos profesionales, porque otra cosa no saben hacer, sin embargo, ven en cada buena acción algo malo: que si las motocicletas son las adecuadas, que a mi nadie me quita mi arma aunque sea ilegal, que atenta contra los pobres padres de familia que administran negocios en la madrugada, etc.

Palo si bogas...

El Secretario de Salud, quien como el anterior parece tomarse el puesto a pecho, como debe ser, es un funcionario incansable, que quisiera con su sola voluntad y trabajo, arreglar muchos de los males de nuestra sociedad. Y le ha entrado a las medicinas ilegales, falsificadas y adulteradas, aprovechando la ola creada por la misma opinión publica y los propios medios. Ha sometido a la justicia a algunos empresarios inescrupulosos y les ha cerrado sus negocios, como manda la Ley. Por enésima vez, ha intervenido los cientos de negocios que venden ilegalmente muestras medicas, medicinas adulteradas o falsificadas, que operan en la ciudad de Moca, cerrando sus locales y confiscando, junto con los demás organismos competentes,sus mercancías, obtenidas todas en el mercado negro, sin pago de impuestos, sin controles de calidad, sin control sanitario, sin nada.

Ha operado, no hay duda, de acuerdo a la Ley y a las demandas de la misma sociedad. Pero, oh, sorpresa, de inmediato se ponen en pie los oportunistas de siempre, los que dizque defendiendo los intereses del pueblo, aprovechando la ignorancia y pobreza de muchos, no hacen mas que alimentar las lacras y actuar en realidad de espaldas al pueblo. Y han organizado marchas, protestas, misas (con sacerdote y todo) para protestar por las acciones 'abusivas' de Salud Publica. No importa que hayan muerto personas, y sigan muriendo, por medicinas falsificadas o adulteradas.

Palo si bogas...

Esta misma semana, escuché en un programa radial vespertino muy popular, a un individuo de la zona fronteriza que en visita personal a la emisora, protestaba por el trato 'injusto y persecutorio' recibido por la Dirección de Aduanas, que se negaba a aprobarle la exoneracion del pago de aranceles para su importación de ropa usada que el sujeto vende en su lejana ciudad. Los conductores del programa se mostraron conmovidos por este 'abuso'. Al día siguiente, cuando un funcionario de Aduanas se personó a la emisora y explicó que desde hace años la importación de ropa usada esta prohibida y que además, la Ley de Incentivo Industrial solo es aplicable a industrias, no a la importación de ropa usada, terminada y además ilegal, entonces los conductores le pidieron al Director de Aduanas que, por favor, le buscaran 'la vuelta' a este 'impasse' para que se llegara a un arreglo con el sujeto violador de la Ley. Que se negociara y se violara la Ley, pidieron.

Que le queda entonces a un funcionario honesto, aunque sean pocos (se entiende en parte por que son pocos y cada vez menos)?. Sencillamente frustrarse, tirar la toalla, acomodarse al 'sistema'; o puede hacer un buen pedido a la Barra Payan. Tiene, por supuesto, la opción de seguir cumpliendo con su deber, contra la corriente impuesta por algunos y seguir engrandeciéndose a la vista de los que aspiramos contar con mas funcionarios odiosos, sangruses, cumplidores de la Ley y de sus deberes, que probablemente, aunque callados y temerosos, somos la mayoría. En fin, rectos, porque no es otra cosa lo que significa la palabra rectitud.

(Este articulo no tiene gráfico alusivo al tema. Pensé en una guillotina, un paredón o una horca, pero decidí que no seria agradable a la vista).