jueves, 31 de diciembre de 2009

La mejor excusa

"Hemos perdido el entusiasmo y sentido mismo de la vida"
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Las quejas colectivas de que las familias ya no conservan la integridad y los valores de antaño, las venimos oyendo y leyendo desde hace mucho tiempo, y las "recetas" para prevenir o solucionar este gran problema se repiten con frecuencia en programas de televisión, radio, revistas, libros, periódicos, charlas y cuanto medio disponible existe. Tengo la impresión de que les hacemos muy poco caso, puesto que la familia dominicana lejos de recomponerse y fortalecerse, exhibe fuertes señales de deterioro progresivo, y estas señales se expresan cada día y cada noche en nuestras calles, como lacras masivas que amenazan con disolver la integridad misma de la sociedad.

Como no nos han funcionado los consejos ni las charlas, deberíamos inventar pretextos para conservar lo que nos queda y, mejor aún, recuperar lo perdido.

La Navidad, que en nuestro país es una larga temporada más que una fecha, siempre ha sido tenida por muchos como excusa para compartir, vacacionar, beber, comer, bailar, comprar y cuanta cosa pueda hacernos sentir que estamos "en pascuas". Estas actividades se realizan, sin embargo, con cada vez menos sentido de familia, de integración, por lo que es ahora vez más frecuente que las familias se separen durante estos días por motivos de viajes al exterior. Sobre todo en los días claves del día de Nochebuena y del Año Nuevo. Ya es común que muchas familias ni siquiera se reúnan en estas fechas y mucho menos compartan una cena, especialmente preparada para la ocasión. Hemos perdido el entusiasmo y sentido mismo de la vida, o se nos ha debilitado terriblemente. Algunos hasta prefieren celebrar fiestas extranjeras como el "Thanksgiving Day".

Toca a los líderes o cabezas de familias trazar el camino, programar la agenda e imponer y defender las costumbres que nos caracterizan como país y como familias. Aquí no valen las poses democráticas. Lo que hagamos ahora seguirán haciendo nuestros hijos, nietos y biznietos.

Ya sea usted un buen devoto cristiano o no, la Nochebuena y la temporada de Navidad son la mejor oportunidad para reintegrarnos como familia, para repartir generosidad y afectos, compartir en la cocina y en la mesa. Es nuestra responsabilidad como líderes y modelos de nuestras familias y como dueños de un proyecto de vida que hace tiempo olvidamos. Es nuestra mejor excusa.

jueves, 24 de septiembre de 2009

¡Feliz cumpleaños, Nelson Elián!

"No te niego que también más complicado, porque tu carácter amoroso, generoso y solidario te lleva a ser exigente y demandante. Exiges lo que das: amor, ternura y compañía ¡24 horas al día!".
______________________________________________________ Debías llamarte Mercedito, dicen los mas viejos de la familia, porque "él vino con su nombre", afirma Dona Rosa (la bisabuela). En vez de ello, tus padres, con más sentido de la estética (porque es importante la estética), decidieron nombrarte Nelson Elián. Casi como tu padre (Nelson Elías) y tu hermana (Elisa Maria); parecido a tu hermano (Nelson Ricardo; y también como tu abuelo (Eligio); todos compartiendo un Nelson o un Eli, o ambos. La relación con el “balserito” de Cuba es pura coincidencia. Hace un año y un par de horas, llegaste a este mundo para alegrar el espacio vital de todos nosotros. Con tu llegada, el aire que respiramos parece más puro, más enriquecido y oxigenado. Y mucho más alegre. No te niego que también más complicado, porque tu carácter amoroso, generoso y solidario te lleva a ser exigente y demandante. Exiges lo que das: amor, ternura y compañía ¡24 horas al día!. Hoy, un año después de aquel 24 de septiembre memorable, celebramos con orgullo tu flamante estancia entre nosotros, casi 20 años después del primer retiro de tu padre y con 4 días de retraso para conocer a tu abuela paterna (pues ella murió el 20). Deberías saber, Nelson Elián, que cuentas con una madre increíble, excelentes y amorosos abuelos y tíos, y tres hermanos que te adoran (incluida Olga Sarah, pendiente de nacer en unas cuantas semanas). Todos celebramos regocijados el primer aniversario de tu existencia, y juntos, al unísono, te estampamos un fuerte beso.

martes, 22 de septiembre de 2009

¡Mi hijo se orina en la cama!

¿Alguna vez se ha orinado usted en la cama?. ¿Acaso continúa ocurriéndole semejante tragedia? Pues yo confieso que me orinaba hasta la edad en que le llaman a uno “manganzón”. Por ello sé de la humillación y de la vergüenza que se siente. Un amigo periodista me pidió que escribiera algo sobre este tema para su revista. El pretexto me cayó como anillo al dedo para hablar un poco en este sitio sobre algo que particularmente me afectó.
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La incapacidad de una persona para controlar la salida de orina, durante el día o la noche, en la cama o en la ropa, varios días a la semana, se denomina enuresis, palabra derivada del griego enourein (‘hacer agua’).

Hasta los 5 años de edad, la incontinencia urinaria es un proceso normal, fisiológico, causado por la inmadurez física y psicológica del niño. Si el defecto sobrepasa esta edad lo denominamos enuresis primaria (más frecuente). En cambio, si tras un periodo ‘seco’ de por lo menos 6 meses reaparecen las emisiones involuntarias, la llamamos enuresis secundaria. La enuresis también puede ser diurna (más común) o nocturna.

La enuresis probablemente tiene una causa genética (autosómica dominante). En la mitad de los casos se comprueban antecedentes familiares. Cuando ambos padres han padecido el defecto, un 77% de los hijos la padecerán.

La causa es desconocida en la mayor parte de los casos (idiopática), sobre todo en la forma primaria; se argumentan dificultades en los mecanismos de respuesta neurológica a una vejiga llena. En este tipo de enuresis los problemas psicológicos son rara vez la causa y casi siempre consecuencia del defecto. Sin embargo, en la forma secundaria, los problemas psicológicos son una posible causa.

El impacto emocional de la enuresis en el niño y en su familia puede ser considerable. Estos pacientes son frecuentemente castigados y sufren mayor abuso físico y emocional. Son frecuentes los sentimientos de vergüenza y ansiedad; depresión y baja autoestima; efectos negativos en la auto percepción, relaciones interpersonales, calidad de vida y rendimiento escolar.

Siempre hay que investigar problemas orgánicos como causa, como son la diabetes, infecciones urinarias, estreñimiento, falcemia, hipotiroidismo, entre otras.

La principal justificación para iniciar tratamiento para el niño que se orina es la minimización de la ansiedad del paciente y la frustración de los padres, lo cual se logra mediante el apoyo psicológico al niño y sus padres. Actualmente se utilizan varias estrategias para aminorar o eliminar el problema, como son los programas de modificación de la conducta, los sistemas de alarmas y los medicamentos. Sin embargo, no existe hasta la fecha ningún tratamiento que garantice la solución de la enuresis.

Tanto el niño como sus padres deben ser informados de que el trastorno desaparecerá al crecer el niño con o sin tratamiento. Claro, un diminuto porcentaje de personas continua padeciendo el problema aun en la adultez.
¿Es usted uno de esos? Al menos a mi ya casi no se me salen.

miércoles, 15 de julio de 2009

El caos

Hay personas en mi país que no se contentan con observar la degradación que poco a poco nos carcome a los dominicanos.

Siempre he creído que los medios (incluyendo hasta este humilde blog) tienen una gran responsabilidad como formadores de opinión y constructores de valores positivos, esos que tanto escasean entre nosotros. Pero muchos no lo saben o lo olvidan, y atienden mas a sus intereses personales o políticos que a los del país.

Por eso digo que algunos no se conforman con lo ya visto, sino que no paran de fomentar el caos y el desorden mediante la desinformacion o la distorsión de las cosas.

Todos los gobiernos que hemos tenido alguna pata han metido; y alguna medida desafortunada o equivocada han cometido, incluido el actual. Y todos por igual, alguna buena acción han tomado. Basado en este principio me es posible diferenciar con relativa facilidad las buenas cosas de las malas, las correctas de las incorrectas, y tener un balance final, positivo o negativo.

Si ese balance lo hiciera, sin embargo, atendiendo a mis intereses particulares o de mi grupo, resultaría que no encontraría nada bueno en el que no me gusta, y nada malo en el gobierno del partido de mi preferencia.

Todo lo anterior viene a cuento a raíz de las opiniones diversas vertidas en los medios en los últimos días a raíz del arresto de un general de la policía acusado de indisciplina por violar tal o cual ley o reglamento.

He leído el articulo escrito por el general aludido y que motivo su arresto, aunque no estoy enterado de las declaraciones que este mismo general ofreció a una emisora local y que motivaron una amonestación anterior. Poco importa el contenido de tal articulo y de tales declaraciones (solo se que ninguna tiene nada que ver con criticas al gobierno ni nada parecido, sino deliberaciones sobre las relaciones de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas).

Que conste aqui que no tengo ninguna referencia anterior sobre este oficial. Acabo de enterarme de su existencia y ahora se que tambien es un capacitado profesional de la comunicacion y articulista en algunos medios.

Lo que me parece muy claro es que si como se ha dicho hay una Ley que prohibe a los miembros de los cuerpos armados y de la P.N. hacer declaraciones de tipo deliberativas sin estar expresamente autorizadas, como es posible que aparezcan personas y medios defendiendo el "derecho constitucional" de este ciudadano, pero también oficial superior a expresarse libremente? Si fuera así, un dia de estos veríamos a un guardia o a un policía haciendo "cola" en un colegio electoral reclamando su derecho constitucional de elegir. O engancharse una gorra del partido de su predileccion, porque ese también es un derecho ciudadano. Y que diríamos si tal guardia o policía decidiera postularse a diputado?. No tiene esos derechos como ciudadano?. La respuesta es NO.

La Constitución dominicana establece que ningún militar puede votar, ni opinar ni engancharse a político, aun siendo ciudadano dominicano. Su condición lo limita en algunos aspectos, pero también le da privilegios y poderes de los cuales no disfruta el dominicano común, pese a ser también un ciudadano.

Un militar no tiene facultad deliberativa, segun nuestra Constitucion, lo cual significa que 'no puede considerar todos los puntos a favor y todos los puntos en contra de algo'. y resulta que la Policia Nacional esta organizada y funciona con una estructura y disciplina militares.

Tantos y tan insistentes han sido las defensas públicas a este oficial, y de lo arbitrario e ilegal de su arresto, que él mismo se las creyó y hasta llegó a constituir abogados para apoderar a la justicia ordinaria, en un acto adicional de indisciplina.

Creo que muchos se han acostumbrado tanto al desorden que hasta inconscientemente lo propician y lo estimulan. Aunque la explicación más simple (que siempre es la mejor)seria que la mezquindad está tocando limites.

Me parece benigno el arresto por 10 días por insubordinación o indisciplina y violación (reincidentes) de la Constitución, de una Ley y una orden expresa de su superior. Acaso no es eso lo que reclamamos a diario, con mucha razón, los dominicanos, el respeto a la Constitución y las leyes? (De nuevo palo si no bogas, y también si bogas).

Lo que pasa es que hay gente en este país que no se cansa de apostar al caos y el desorden.

sábado, 20 de junio de 2009

La mentira

"A Nixon lo hubiésemos nombrado presidente vitalicio por demostrar sus dotes de político ‘tiguere’."
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La costumbre de mentir ha sido considerada desde tiempos inmemoriales como defecto del carácter, sobre todo cuando nos referimos al hombre común en sus relaciones cotidianas, sean éstas familiares o sociales. No es lo mismo mentir a los hijos, a los padres, a la pareja, a los amigos o compañeros de trabajo, o a nuestros superiores, que hacerlo como herramienta de conquista, seducción o competencia en los negocios o en la política. Difícil es, sino imposible para un hombre ordinario, aceptar las mentiras de su mujer o de sus hijos. También difícil sino imposible es imaginar a un político que no lo haga o a un vendedor que no mienta sobre las bondades de su producto; o a un enamorado que no le pinte “pajaritos en el aire” a la mujer que pretende. Todos sabemos de estas mentiras y las aceptamos como “normales”, porque ¿quién no comprende al médico que en su lecho de muerte le dice a su paciente que “luce mejor” y que cree que va a comenzar a mejorar?

La tolerancia de las sociedades para aquellos que tienen el hábito de decir mentiras fuera de los contextos considerados aceptables o “normales”, con frecuencia de forma innecesaria, es variable. Para mucha gente de una sociedad como la de República Dominicana, constituida mayoritariamente por personas con escaso desarrollo educativo y limitada formación familiar, moral y social, el mentiroso, en especial si muestra habilidades y osadía para hacerlo, y algún grado de éxito, puede representar una forma de héroe y por tanto de modelo a seguir. El “tigueraje” dominicano es un buen ejemplo de estas habilidades desarrolladas como instrumento de subsistencia social y económica, y no son pocos los que ven al “tiguere” hasta con envidia por su anhelo de remedarlo. O como el “muelú”, aquel engendro nuestro que por su increíble talento para envolver a los demás en sus engaños (con sus grandes “muelas”, entendidas como capacidad de convencimiento) se ha ganado el prestigio de una cantidad extraordinariamente elevada de dominicanos, sobre todo en sus capas socialmente más bajas. La mentira puede tener por tanto en nuestro país, y en muchas naciones como la nuestra, una valoración social positiva, en contraposición con la verdad, que en este contexto pierde, de manera obligada, aprecio social.

Al parecer no pasa lo mismo en sociedades más desarrolladas (o sencillamente desarrolladas) que la nuestra.

En los Estados Unidos, para citar un ejemplo, más de un funcionario encumbrado ha perdido su puesto por la “simpleza” de haber mentido alguna vez sobre asuntos relacionados hasta con su vida privada. O de habérsele demostrado alguna forma de engaño o de defraudación de la confianza del electorado. Richard Nixon perdió la presidencia por haber mentido y engañado y Bill Clinton se salvó en tablitas por mentir sobre sus debilidades genitales. Probablemente fue la mentira sobre la amenaza que representaba para su país Saddan Hussein, más que la propia crisis económica, lo que sembró a G.W. Bush y a su gobierno en el profundo descrédito que le costaron el Poder al Partido Republicano y que permitieron, en un contexto político sin precedentes en esa nación, la llegada al Poder de Barack Obama.

Por estas diferencias en la valoración social de la mentira y la verdad que tienen países como la República Dominicana en comparación con otros desarrollados como los Estados Unidos es que vemos cómo muchos políticos aspirantes a posiciones importantes como la Presidencia de la República, por ejemplo, se adelantan a confesar, durante la campaña electoral, sus pecados de juventud, como fueron los casos de Clinton y Obama al relatar en entrevistas realizadas antes de la elección, sus debilidades juveniles en el consumo de mariguana u otras drogas. Esta confesión de la verdad les acreditaba respaldo ante los electores norteamericanos y al mismo tiempo se eliminaba la posibilidad de aparecer como mentirosos y poco creíbles si después esos antecedentes eran develados.

Muy distinto a lo que ocurriría en nuestro país, donde un Clinton sería masivamente votado en sucesivas elecciones como premio a su comportamiento como un “machazo”, “muelú”, y “tiguerazo”. A Nixon lo hubiésemos nombrado presidente vitalicio por demostrar sus dotes de político “tiguere”.

Esta inversión de valores que afecta a nuestros países atrasados también explica la incomprensión de muchos dominicanos ante los casos de los peloteros dominicanos sometidos o investigados por las autoridades norteamericanas por haber mentido sobre su consumo de esteroides. La sociedad norteamericana, paradigma en muchos renglones relativos al desarrollo, también lo es en el mantenimiento y defensa de muchos valores que nosotros no hemos sido capaces de imitar, lo cual no significa que sean santos, sobre todo en lo referente a sus intereses geopolíticos o capitalistas, ante los cuales con demasiada frecuencia se hacen los locos y practican una especie de tigueraje dominicano.

La familia tradicional norteamericana y europea conserva y defiende, sin embargo, valores tradicionales como son la verdad, la lealtad y la familia (lo cual tampoco es absoluto), y gobierno, políticos y medios de ese país, que por conveniencia no están en disposición de practicar estos valores, están conscientes de esa realidad y se esmeran en guardar las apariencias.

Con una simple puesta sobre rodillas, confesión de la verdad, un Padre Nuestro, dos Ave Marias y un par de golpes en el pecho, como han hecho algunos peloteros y el nadador Michael Phelps, el perdón está garantizado ante la tradicionalista sociedad norteamericana.

Es la diferencia entre la verdad y la mentira. Allá y aquí.

sábado, 6 de junio de 2009

¡Cuidado con el Tamiflú!

¿Por qué la mayor parte de los casos de pacientes con infección confirmada, la mayoría con enfermedad leve, ha ocurrido en personas consideradas ricas o de clase alta, incluyendo a los turistas chilenos y rusos, de acuerdo a informes periodísticos?
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Nuestro país enfrenta actualmente una alerta mundial y nacional ante el avance de la nueva enfermedad conocida como Influenza A/H1N1, surgida como una mutación o accidente genético a partir del virus de la influenza porcina, que en su inicio causó estragos en la población mejicana, hace ya un par de meses, debido probablemente al desconocimiento del virus y del del modo de prevenirla, identificarla y tratarla. Este argumento no me explica del todo, sin embargo, la alta mortalidad observada en México en las primeros días o semanas de la epidemia, sobre todo si observamos el comportamiento benigno de la enfermedad en otros países, incluido el nuestro. Es probable entonces que otras razones adicionales pudieran explicar mejor este comportamiento tan distinto.

El hecho es que finalmente la epidemia llegó a República Dominicana, como era de esperarse, para preocupación de muchos, gran temor y pánico en algunos y hasta satisfacción de otros.

El virus A/H1N1, debe su nombre al hecho de que pertenece al tipo A de la Influenza (de los tres tipos existentes: A, B y C) y a que en su envoltura ('envelope') aloja la Hemaglutinina 1 (H1) y la Neuraminidasa 1 (N1), proteínas que utiliza el virus para su diseminación y replicación en las células invadidas. Precisamente esta última proteína, la neuraminidasa, indispensable para la replicación viral, es el blanco de ataque de los antivirales disponibles (oseltamivir, zanamivir y peramivir) llamados inhibidores de la neuraminidasa.

La clasificación y la nomenclatura internacionales de los virus de la Influenza es sin embargo un poco más complicada, pues llevan un nombre que describe el tipo (A, B o C), el huésped de origen (aviar, porcino, etc), origen geográfico, número de cepa, y el año en que se aisló, agregándose finalmente los tipos de hemaglutina y neuraminidasa entre paréntesis. En el nombre de los tipos humanos no se señala el huésped de origen. Así, A/Hong Kong/03/68(H3N2) corresponde a un virus humano de influenza A, aislado en Hong Kong en el año 1968, cepa numero 3, hemaglutinina 3 y neuraminidasa 2. El llamado A/swine/Iowa/15/30(H1N1) corresponde a un virus de influenza A, porcino, aislado en Iowa, en 1930, cepa número 15, hemaglutinina 1, neuraminidasa 1.

Puesto que hasta el presente existen 15 subtipos de Hemaglutinina (H1-H15) y 9 subtipos de neuraminidasa (N1-N9), se dispone de 135 combinaciones posibles de H y N (Jawetz, 2007). Acorde con esta línea de razonamiento, nuestro nuevo virus podría llamarse A/swine/México /?/09(N1H1), faltándonos sólo el número de cepa para completar nuestra fórmula (por más que he buscado no he encontrado ese dato, si es que existe).

Observando los casos de gripe A/H1N1 confirmados en nuestro país, de nuevo nos llama la atención la benignidad de los síntomas, sugiriendo un comportamiento muy distinto al temido al inicio de la pandemia, lo cual sugiere o una muy baja virulencia del virus o una resistencia particular de la población dominicana. Baste recordar que los primeros casos fueron confirmados en extranjeros que vacacionaban en nuestro país, sin que hasta la fecha sepamos de ningún contacto dominicano con estos visitantes que haya resultado positivo para el virus, a pesar de las numerosas pruebas realizadas por las autoridades del país en estos dominicanos.

¿Por qué la mayor parte de los casos de pacientes con infección confirmada, la mayoría con enfermedad leve, ha ocurrido en personas consideradas ricas o de clase alta, incluyendo a los turistas chilenos y rusos, de acuerdo a informes periodísticos? Creo que probablemente hay en nuestro país millares de personas que han estado en contacto con el virus, en los que un test especifico daría positivo.

Nuestros hospitales siguen trabajando de forma normal, atendiendo a la misma cantidad de enfermos de siempre, muchos con las fiebres y síntomas catarrales y diarreas usuales para la época, y también muchos asustados, a excepción de la ciudad capital, donde el pánico inducido por los medios ha volcado a centenares en busca de la prueba y del medicamento antiviral ante el menor síntoma febril o de catarro, lo cual creo inevitable. Por todo esto creo más temible el dengue, la leptospirosis, la influenza estacional o las enfermedades diarreicas que periódicamente nos afectan. Para ellas no hay espacio en los medios, al menos hasta que esto pase.

También creo correcta e inteligente la medida de Sespas de permitir la comercialización del oseltamivir (Tamiflu), pues ciertamente ni las autoridades ni las instituciones de salud están en capacidad de soportar tal avalancha de ciudadanos en pánico buscando pruebas para el H1N1 y el medicamento a cualquier precio. Como dije, hay otras enfermedades por ahora olvidadas a las que tengo más temor que a la famosa nueva gripe, y hablo de temor en términos de población, de la mayoría. Pero más preocupante aún será el uso indiscriminado e irresponsable por parte de médicos y ciudadanos del medicamento oseltamivir o Tamiflú, el cual no es un simple zumo de zanahorias, como se ha comprobado en Japón, donde su uso masivo e indiscriminado desde los tiempos de la epidemia de gripe aviar, ha dejado al descubierto la ocurrencia de efectos secundarios graves sobre todo en niños y adolescentes.

No solo náuseas, vómitos, diarrea, dolor de cabeza o abdominal, erupciones y alergias puede ocasionar este medicamento. También se han observado hepatitis, anafilaxis, síndrome de Steven-Johnson, necrolisis epidérmica toxica, arritmias cardiacas y colitis hemorrágica.

Sin embargo, lo mas preocupante ha sido la ocurrencia de una serie de muertes en niños y adolescentes (por debajo de 19 anos) luego de alteraciones de conducta, alucinaciones, delirio, convulsiones y otras alteraciones tras la administración de la primera o segunda dosis oral de oseltamivir (Tamiflú). De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud de Japón, ocurrieron 15 lesiones o muertes entre 2004 y 2007 en pacientes entre 10 y 19 años, ocurridas por saltos desde edificios u otras alturas tras la ingesta oral de Tamiflú. Otra investigación realizada en 2007 encontró que 128 personas habían sido reportadas con conductas anormales tras la ingesta del medicamento desde el 2001. De este grupo, 43 tenían menos de 10 años de edad, 57 entre 10 y 19 y 28 pacientes tenían 20 o más años.

En un articulo publicado en la versión digital de Japan Times, de fecha 20 de marzo del 2007 titulado “La tragedia gira en torno al Tamiflú” (“Tragedy swirls around Tamiflú”), se narra el caso de un joven japonés de 17 años previamente sano, jugador de baloncesto e hijo de un hombre de negocios, quien después de haber ingerido una tableta de Tamiflú prescrita por un médico tras el diagnostico de Gripe A por un cuadro de fiebre y malestar, unas 3 o 4 horas después salió de su cuarto descalzo y en pijamas, caminó por una colina y se lanzó en medio de la carretera cercana siendo atropellado por un camión y muerto en el acto. De acuerdo al periódico citando estadísticas del ministerio de salud, entre el 2000 y el 2006, 54 personas, incluyendo 16 niños, murieron después de tomar Tamiflú.

El Ministerio de Salud de Japón ordenó a la empresa distribuidora del medicamento en ese país, Chugai Pharmaceutical incluir en la literatura del medicamento “síntomas neuropsiquiatricos” tales como “trastornos de la conciencia, conducta anormal, delirio, alucinaciones, ilusiones y convulsiones” en la lista de efectos secundarios.

A medida que aumentaron las demandas de los pacientes afectados, el Dr. Shumpei Yokota, un medico pediatra de la Yokohama City University realizó una investigación en el otoño del 2006 encuestando a 2,800 médicos que trataron niños con gripe (“flu”). El estudio concluyó que las tasas de conducta anormal en niños con flu tratados con Tamiflú no fueron mayores que en aquellos que no tomaron el medicamento (11.9 vs 10.6%). Tiempo después, narra la citada publicación, salió a la luz pública que Chugai Pharmaceutical había pagado a la oficina del Dr. Yokota la suma de 10 millones de yenes (105,000 dólares), lo cual admitió el investigador, al asegurar que la subvención a la investigación aportada por Chugai no había alterado los resultados de su estudio. Tras el escándalo, el Dr. Rokuro Hama, jefe de la NOJIP con sede en Osaka, un grupo de vigilancia farmacológica, declaró que el estudio de Yokota mostraba serias fallas, puesto que no consideró en las encuestas los síntomas mostrados por los pacientes el primer día de la administración del Tamiflú. El Dr. Hama concluyó que haciendo esta corrección, el grupo que tomó Tamiflú mostraba un incremento 4 veces mayor en frecuencia de síntomas neurosiquiatricos que aquellos que no lo habían tomado.

En principio las autoridades norteamericanas a traves de sus agencias como la FDA se mostraron renuentes a aceptar la evidencia de los casos de Japon, y alegaron que esos sintomas neurosiquiatricos eran parte de la evolucion natural de la influenza (y todavia lo dicen), lo cual a mi juicio no tiene sentido. Si la influenza tradicionalmente (no la H1N1) ataca y afecta mas a los extremos de la vida (infantes y ancianos), como es que estos sintomas graves afectan mas a adolescentes?

Al día de hoy, los casos de síntomas neurosiquiatricos que inducen a lesiones graves y a la muerte que se han observado en Japón, donde se dice que unos 35 millones de ciudadanos han ingerido el Tamiflú, obligaron a la Food and Drug Administration (FDA) de los E.U. a exigir a Hoffman-La Roche, fabricante suizo del Tamiflú, a incluir en la literatura del producto advertencias sobre estos serios efectos secundarios.

Mas recientemente la misma FDA declara en un documento que a la fecha no se puede negar la ocurrencia de tales efectos y que los mismos podrían ir en aumento a medida que se masifica el consumo del medicamento en los Estados Unidos y el resto de occidente.

A la vista de estas evidencias, se hace necesario advertir a nuestra población general y a toda la comunidad medica sobre los peligros del uso indiscriminado del antiviral oseltamivir, el cual amenaza con ponerse de moda entre los dominicanos.

El oseltamivir es un medicamento valioso, indispensable en casos de pacientes afectados por la gripe A/H1N1, sobre todo cuando se usa en las primeras 40 horas del inicio de los síntomas y para la prevención en sus contactos.

Pero no es un antigripal, no es inocuo ni está hecho de zanahorias y berro.

jueves, 7 de mayo de 2009

Reconsiderando el Sida

"Das entscheidende ist niemals auf zu horen fragen zu stellen"
("La clave está en no dejar nunca de preguntar")

Albert Einstein
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He aquí un interesante documental que resume muchas de las interrogantes de parte de la comunidad científica, incluidos 3 premios Nobel, sobre las causas del Sida. No creo todo lo que se dice aquí, como tampoco lo rechazo. Simplemente me hace dudar y compartir con los lectores varias preguntas:

1- Es cierto que el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) jamás ha podido ser aislado en los pacientes infectados?

2- Es cierto, como asegura el Dr. Peter Duesberg, famoso retrovirólogo alemán descubridor del virus del cancer, que no existe una sola referencia científica que avale la afirmación de que el VIH es la causa del Sida?

3- Es cierto, como asegura y admite en este documental el científico francés Luc Montagnier del Instituto Pasteur (descubridor del VIH en 1983), de que se han barajado otras posibles causas para explicar el Sida, como son los micoplasmas, y que en una entrevista publicada en 1997 dijo "que él no había aislado ningún virus ni establecido relación alguna con el Sida"?

4- Es correcta la afirmación de que la prueba para detectar la presencia de anticuerpos (no el VIH) mediante la técnica de Western Blot, es muy inespecifica, con altos falsos positivos y que sus resultados varían de positivo a negativo según los parámetros que se utilicen, diferentes de un país a otro?

5- Es verdad que esta prueba que se utiliza mundialmente como confirmatoria de la infección, después de la llamada Elisa, no tiene valor diagnóstico porque como admite el propio Dr. Montagner en el documental, la alta prevalencia de infecciones como la TB, la lepra, malaria y muchas otras abundantes en países pobres como los de África central y en el nuestro son precisamente la causa de reacciones cruzadas y falsos positivos, lo que explica que en Africa central la prevalencia de seropositovos sea de 50% y que por esta misma razón la prueba no se utiliza en el Reino Unido, por inestable?

6- Será cierto lo que afirma el Dr. Kary Mullis, premio Nobel de química en 1993 por inventar la prueba PCR que actualmente se utiliza para medir la "carga viral" en los pacientes infectados, de que él mismo ha advertido desde el principio que la prueba que él mismo creó no sirve para estos fines y que hubiera renunciado al Nobel de haber sabido el uso que se le daría y que sin embargo sigue dándosele?

7- Por otra parte, me pregunto por último, si no habrá una legión de médicos que practican la llamada "medicina alternativa" apoyando a ultranza estas posiciones disidentes para pescar en río revuelto?

Es bueno recalcar que ninguno de los científicos que aparecen en este documental niega la existencia del Sida. Solo ponen en duda sus causas. Cuestionan al VIH porque como retrovirus, dice el retrovirologo Duesberg, es de baja patogenicidad y hasta inocuo. Claro que hay los radicales que hasta niegan el sida y el propio VIH. Pero como nadie ha demostrado que los científicos que aparecen en este video están locos o dementes (ya llegan casi al centenar los disidentes), tengo que tomar muy en cuenta sus planteamientos.

En vez de descalificarlos o tacharlos de "inconscientes" por oponerse a la versión oficial, deberíase aceptar su propuesta: que un comité de expertos, independiente, revise toda la información biológica, clínica y epidemiologica a favor y en contra, y exponga sus conclusiones. Parece justo, a menos que alguien (o "álguienes") tema caer desde lo más alto del cielo.

Mientras tanto yo, como "chivito jarto de jobo" que tiene varios días dándole mente a este asunto, nada masoquista para estar requetepensando y sufriendo solo, aquí les dejo este regalito, para que suframos juntos (puro sadismo).

Eso si, a seguir cuidándonos de esa terrible enfermedad, que sin importar el resultado de los debates (si es que algún día los conocemos), produce la muerte en condiciones muy deplorables y peor que todo, sumerge a la victima en el más sombrío descrédito.


Sida: La duda(duracion: 50 minutos)

miércoles, 29 de abril de 2009

Genes vagabundos

...la célula infectada muere (apoptosis celular) pagando por su servilismo y por no haber sido capaz de defenderse de un simple “gen vagabundo”.
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Como todo virus, el de la gripe o influenza no es más que una partícula con capacidad infectante que busca desesperadamente un huésped para sobrevivir y multiplicarse. Porque aunque el “sentido común” nos podría hacer pensar que un virus es un organismo viviente, como todos los demás microorganismos, en verdad no lo es, no tiene vida propia ni está vivo. Tampoco es una célula.

Un virus no es nada más (ni menos) que un genoma o molécula de ácido nucleico (ADN o ARN, nunca los dos) con información genética, pero SIN capacidad propia para ejecutar las órdenes almacenadas en su genoma. No tiene aparatos de síntesis, ni de reproducción, ni de excreción, ni de producción de energía, tampoco sistemas metabólicos ni respiratorios, como consecuencia de su carencia de organelos (no tiene mitocondrias, ni aparato de Golgi, por ejemplo). Por esas razones han sido llamados “genes vagabundos”.

Para lograr sus objetivos (sobrevivir y replicarse, y realizar todas las funciones programadas en su material genético) este diminuto microorganismo necesita encontrar células vivas a quienes invadir y someter. Por ello, un virus es el ejemplo más exacto de lo que llamamos un parásito, en este caso un parásito intracelular obligado.

La denominación de virus se utilizo inicialmente para separar e identificar a los agentes patógenos que no se conocían bien. Así, en 1892 Iwanovski describió un grupo de agentes infecciosos que eran capaces de atravesar filtros para bacterias, los llamados virus filtrantes o simplemente “virus”, término derivado de la palabra latina veneno.

Se reconoce a los virus como los agentes infecciosos más pequeños que existen en la naturaleza, pues miden apenas unos cuantos nanómetros (nm), siendo un nanómetro (1 nm) el equivalente a la milésima parte de una micra o micrómetro (1 um).

Los virus (los de la gripe o influenza incluidos) poseen una estructura que no puede ser más simple. Poseen 2 o 3 componentes: 1- el material genético (ADN o ARN) esparcido en su interior, que contiene la información genética; 2- una envoltura de proteínas que rodea este material genético llamada capside; y 3- en algunos virus existe una envoltura o cubierta externa que rodea la capside (el conjunto se denomina virión). Y nada más!, pues es todo lo que necesita un virus para infectar y penetrar nuestras células, traspasarle su material genético y “ordenarles” que reproduzca o clone (replicación) millones de copias de si mismo que luego de ser liberadas están listas para invadir a otras células del mismo cuerpo o de otros cuerpos. Como resultado, la célula infectada muere (apoptosis celular) pagando la culpa por su servilismo y por no haber sido capaz de defenderse de un simple “gen vagabundo”.

Sin embargo, en la simpleza estructural de los virus reside su fortaleza, pues como no tienen pared celular ni aparatos de síntesis, son inmunes a los antibióticos creados por el hombre, ya que estos actúan en su mayoría atacando justo en los puntos ausentes en los virus. Además, puesto que los virus utilizan los procesos metabólicos ajenos, los de la célula infectada, habría que destruir estos procesos o a la célula misma para detenerlos.

Con el virus de la gripe o influenza, sea esta humana, aviar o porcina, pasa algo similar. Los medicamentos hasta ahora utilizados en ésta o en cualquier infección viral, se limitan a atacar elementos claves para la replicación del virus dentro de la célula, no a eliminarlos. El oseltamivir y el zanamivir, por ejemplo, producen una mejoría de los síntomas de la enfermedad mediante la inhibición de la replicación viral en la célula huésped actuando sobre la enzima llamada neuraminidasa que facilita la penetración y replicación del virus.

Está claro que no todo material genético puede clasificarse como viviente, sobre todo si carece de mecanismos y herramientas que le permitan sobrevivir fuera de otra célula, organismo o cuerpo. Aún más, resulta evidente la fortaleza de estos genes diminutos que aún careciendo de vida propia, en ocasiones son capaces de invadir y doblegar a los seres humanos, ya sea en una comunidad, o un país, un continente o en todo el planeta.

lunes, 27 de abril de 2009

¡No sé usted!

"...algunos que siguen esa moda o pose, defienden la vida en sentido abstracto, no la de los millones de seres humanos de carne y hueso, incluyendo niños,..."
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No se si su usted va a estar de acuerdo conmigo. Si haría igual que yo.
Pero poco importa. ¡Total!.

Me refiero a situaciones que a veces se dan en la vida de un ser humano, un hombre, una mujer. Imaginemos por un minuto que una mujer felizmente se embaraza y que al cabo de varios meses de esperanzas, de mimos y de ensueños, se produce, abruptamente y sin avisos, el desprendimiento de la placenta que alimenta al esperado bebé (desprendimiento prematuro de placenta, se llama en medicina). El sangrado de la mujer es profuso, el dolor insoportable, la tensión arterial desciende rápidamente, el pulso se torna un hilo y la palidez y la sudoración de la madre anuncian la muerte tanto de ella como del bebé de sus ensueños.

Si fuera yo el médico a cargo, haría justo lo que ordena el protocolo médico: la interrupción urgente del embarazo, mediante el abordaje quirúrgico de la matriz sangrante, con la esperanza de salvar la vida de esa mujer. Si la suerte nos acompaña, tal vez salvemos también al feto, para felicidad de todos.

O supongamos por un instante que en el mismo caso de la mujer que felizmente espera un bebé, de repente su médico detecta que se trata de un embarazo fuera del útero (ectópico), ubicado anormalmente en las trompas de Falopio, por ejemplo, y condenado indefectiblemente a estallar en cualquier momento, con el consiguiente sangrado masivo y riesgo de muerte para la madre. Independientemente de las condiciones de esa “vida”, que sin proponérselo amenaza con liquidar a la que le dio origen, la actitud del médico tratante deberá de nuevo ajustarse al protocolo universal: la cirugía, para extirpar, antes de la inevitable ruptura, el producto de la concepción, anormalmente localizado.

Ahora imagine que el pariente ansioso, preocupado y angustiado que espera en el pasillo, es USTED, y que la madre en peligro de muerte es su HIJA, su HERMANA, su ESPOSA, o su propia MADRE!

No sé usted, pero yo me sumaria a la VIDA y exigiría a ese médico, preservarla sin tardanza, so pena de vérselas conmigo.

Claro, hablo de la VIDA de la MADRE, que es mi mujer, mi hija o mi madre. Porque está de moda hablar de la VIDA y del mandato divino y legal de defenderla y continuarla. Pero algunos que siguen esa moda o pose, defienden la vida en sentido abstracto, no la de los millones de seres humanos, incluyendo niños, que a diario la pierden o la arriesgan. Tampoco las vidas de las mujeres en peligro de perderlas importan, si dentro de ellas ha surgido otra a la que constitucionalmente se le otorga el derecho de aniquilar a la VIDA MADRE y de ser más importante que todas. De acuerdo a los de la pose.

Me parece que más bien se trata de la negación de la vida.

En días recientes, la Asamblea Revisora aprobó mayoritariamente un artículo constitucional propuesto por el Poder Ejecutivo que en nombre del derecho a la vida de todo ser viviente desde la concepción, en realidad le niega el derecho a esa misma vida a las mujeres dominicanas sin importar su condición médica o de salud. El temor al Vaticano y a la jerarquía católica dominicana, casi confesaron los asambleístas, motivaron esa posición. No deberíamos ser injustos con ellos, porque como dice el pueblo, “el mie’o es libre”. Pero si lo hicieron por razones electorales, razonando que se hubieran perdido votos porque una mayoría del pueblo dominicano les hubiera cobrado en las urnas una decisión distinta, entonces hay que concluir que esa “mayoría” recibió lo que merecía y quería.

Como parte de la minoría, declaro aquí que si mi hija o mi mujer fueran violadas por un desconocido, pongamos por caso, y quedaran embarazadas como resultado de tal acción, ¿qué fuerza legal o de otra índole me podrían obligar a cuidar de ese embarazo y amar y criar a ese producto?

No sé usted, pero yo defendería hasta con mi vida el derecho a la DIGNIDAD de esa mujer y la mía propia y seria capaz, si fuese necesario, de arrancar con mis propias manos, el producto de la ofensa y de la INDIGNIDAD.

Porque hablando de VIDA, sin DIGNIDAD, la vida NO es tal.

lunes, 6 de abril de 2009

Ejemplo viviente

…las culpas del Senador se redujeron a una agresión a un sector que por virtud de nuestro pobre desarrollo social y político, se considera intocable,…
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Lo que hemos visto y oído durante los últimos días sobre el caso del Senador de la República por San Pedro de Macorís, Alejandro Williams, es un ejemplo viviente de todo aquello que en su larga vida combatió Juan Bosch.
Repetidas veces, en su ejercicio privado y público, y en sus obras, nos advirtió el fundador del PRD y del PLD, sobre los males de una sociedad poblada y dirigida fundamentalmente por sectores provenientes de la pequeña burguesía, ya fueran de la alta, de la media o baja pequeña burguesía, y de ésta, la pobre o muy pobre. Ahí están su historia y sus obras, como espinas en el corazón de aquellos que, si lo tienen, probablemente sufran de tiempo en tiempo de algún asomo de arritmia o dolor de pecho. Por lo menos.

Porque esas capas de una sociedad como la nuestra, a falta de desarrollo social y político sólo compensan el déficit con el estudio y el crecimiento personal constantes que solo es dado a una minoría de esos grupos sociales a los cuales pertenecemos todos, o casi todos, porque burgueses y obreros son muy pocos.

En países altamente desarrollados e industrializados dirigidos por una clase burguesa sólida (clase dominante), hace tiempo que el Senador Williams habría saltado del puesto, ya sea por voluntad propia o por exigencia de la institución a la que pertenece, sin que necesariamente sea culpable de las faltas que les imputan. Pero aquí ni se renuncia ni te despiden, y todo sigue igual.

Ahora veamos la otra cara de este caso. En principio, los medios dominicanos se refirieron a las supuestas vinculaciones del Senador Williams en un fraude al Medicaid norteamericano, y de paso, a la doble condición del Señor Williams como Senador por San Pedro de Macorís y médico o empresario de la salud en una ciudad de Estados Unidos. La novedad de la noticia casi estaba pasando y de paso su presencia en los medios (como ocurre siempre) cuando de pronto resurgió como resultado del pecado cometido por el legislador de haber contratado a investigadores para contactar a las periodistas que se habían referido a su caso. De inmediato se llenaron los medios escritos, radiales, de TV y electrónicos, de editoriales, protestas y comunicados, hasta de la SIP, denunciando el atentado a la prensa y sus libertades cometido por el congresista por San Pedro de Macorís.

Como por arte de magia las culpas del Senador se redujeron a una agresión a un sector que por virtud de nuestro pobre desarrollo social y político, se considera intocable, y el supuesto fraude al gobierno gringo, que si fuera cierto (el congresista lo niega) sería delito grave, y la escandalosa situación de un Senador de la República que vive y trabaja a tiempo completo fuera del país, cosa que parece ser cierta, y la falta de pantalones del Presidente del Senado y de sus compañeros, y de la misma sociedad petromacorisana, pasan a ser un asunto de poca importancia.

Un ejemplo viviente de nuestro atraso social y político del que tanto nos enseñó y nos previno Juan Bosch.

sábado, 28 de febrero de 2009

Palo si bogas...

"No importa que hayan muerto personas, y sigan muriendo,..."

Mucho se ha dicho sobre la descomposición moral e institucional que padece nuestra sociedad desde hace tiempo. Y mucho se ha comentado en los diversos medios de comunicacion, tanto por oportunistas, políticos de oposicion como por observadores y analistas neutrales de nuestro país, sobre lo poco que hasta ahora se ha hecho por parte de las autoridades nacionales, para revertir o al menos detener esta situación. Quien suscribe piensa lo mismo: se ha hecho poco.

Solo de vez en cuando se aprecian acciones que parecen destinadas a poner algún remedio al que considero nuestro mayor problema. Y entonces, esas veces, aunque pocas, traen algún alivio, una leve esperanza.

Por ejemplo, me parecen correctas, en su mayoría, las medidas tomadas por el Secretario de Interior. Si, ese mismo; el que a mucha gente desagrada, sobre todo en los medios. El mismo que parece no muy dado a obsequiar favores, comelonas y bebentinas, a repartir 'sandwiches' o sobrecitos, actitud que en un sector le ha ganado la fama de odioso y enemigo de la prensa. Por desgracia, los que le apoyamos o vemos atinadas sus medidas, callamos y con ello alimentamos a los otros, talves la minoría.
Este funcionario sencillamente se ha propuesto a cumplir con la ley, a idear medidas destinadas a paliar o talves eliminar muchas de nuestros males. Probablemente comete errores, pero no me queda duda de su afán por adecentar y fortalecer las instituciones de nuestro país.

Los críticos profesionales, porque otra cosa no saben hacer, sin embargo, ven en cada buena acción algo malo: que si las motocicletas son las adecuadas, que a mi nadie me quita mi arma aunque sea ilegal, que atenta contra los pobres padres de familia que administran negocios en la madrugada, etc.

Palo si bogas...

El Secretario de Salud, quien como el anterior parece tomarse el puesto a pecho, como debe ser, es un funcionario incansable, que quisiera con su sola voluntad y trabajo, arreglar muchos de los males de nuestra sociedad. Y le ha entrado a las medicinas ilegales, falsificadas y adulteradas, aprovechando la ola creada por la misma opinión publica y los propios medios. Ha sometido a la justicia a algunos empresarios inescrupulosos y les ha cerrado sus negocios, como manda la Ley. Por enésima vez, ha intervenido los cientos de negocios que venden ilegalmente muestras medicas, medicinas adulteradas o falsificadas, que operan en la ciudad de Moca, cerrando sus locales y confiscando, junto con los demás organismos competentes,sus mercancías, obtenidas todas en el mercado negro, sin pago de impuestos, sin controles de calidad, sin control sanitario, sin nada.

Ha operado, no hay duda, de acuerdo a la Ley y a las demandas de la misma sociedad. Pero, oh, sorpresa, de inmediato se ponen en pie los oportunistas de siempre, los que dizque defendiendo los intereses del pueblo, aprovechando la ignorancia y pobreza de muchos, no hacen mas que alimentar las lacras y actuar en realidad de espaldas al pueblo. Y han organizado marchas, protestas, misas (con sacerdote y todo) para protestar por las acciones 'abusivas' de Salud Publica. No importa que hayan muerto personas, y sigan muriendo, por medicinas falsificadas o adulteradas.

Palo si bogas...

Esta misma semana, escuché en un programa radial vespertino muy popular, a un individuo de la zona fronteriza que en visita personal a la emisora, protestaba por el trato 'injusto y persecutorio' recibido por la Dirección de Aduanas, que se negaba a aprobarle la exoneracion del pago de aranceles para su importación de ropa usada que el sujeto vende en su lejana ciudad. Los conductores del programa se mostraron conmovidos por este 'abuso'. Al día siguiente, cuando un funcionario de Aduanas se personó a la emisora y explicó que desde hace años la importación de ropa usada esta prohibida y que además, la Ley de Incentivo Industrial solo es aplicable a industrias, no a la importación de ropa usada, terminada y además ilegal, entonces los conductores le pidieron al Director de Aduanas que, por favor, le buscaran 'la vuelta' a este 'impasse' para que se llegara a un arreglo con el sujeto violador de la Ley. Que se negociara y se violara la Ley, pidieron.

Que le queda entonces a un funcionario honesto, aunque sean pocos (se entiende en parte por que son pocos y cada vez menos)?. Sencillamente frustrarse, tirar la toalla, acomodarse al 'sistema'; o puede hacer un buen pedido a la Barra Payan. Tiene, por supuesto, la opción de seguir cumpliendo con su deber, contra la corriente impuesta por algunos y seguir engrandeciéndose a la vista de los que aspiramos contar con mas funcionarios odiosos, sangruses, cumplidores de la Ley y de sus deberes, que probablemente, aunque callados y temerosos, somos la mayoría. En fin, rectos, porque no es otra cosa lo que significa la palabra rectitud.

(Este articulo no tiene gráfico alusivo al tema. Pensé en una guillotina, un paredón o una horca, pero decidí que no seria agradable a la vista).

viernes, 23 de enero de 2009

Sin excusas

" ...los norteamericanos son capaces de elegir, igual que nosotros, hasta a un negro con tal de cambiar su destino."
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Desde el pasado 20 de enero, las minorías de Estados Unidos y en particular la comunidad afroamericana se han quedado sin el principal argumento que durante siglos les ha servido de pretexto para mantenerse rumiando la supuesta o real desventaja que con relación a la comunidad blanca les ha sumido en niveles de pobreza, aislamiento y subdesarrollo que a su vez han sido poderoso nutriente de sus resabios, complejos y resentimientos y que les ha conducido a través de los años a una conducta autolimitante y autodestructiva. Que se puede argumentar ahora, después del 20 de enero?


Desde la indicada fecha un ciudadano de raza negra, hijo de otro negro nacido en el corazón de la África Negra, y que además tiene nombre musulmán, nacido fuera de los Estados Unidos y criado en el tercer mundo, ha asumido la presidencia de la nación mas poderosa de la tierra, puesto vedado, a través de los siglos, a minorías y sobre todo a negros. Solo las capacidades personales, la preparación intelectual, el carisma y el liderazgo natural de Barack Obama hicieron posible el milagro.


Ahora se puede asegurar lo que a muchos parecía hasta hace poco una utopía: los norteamericanos son capaces de elegir, igual que nosotros, hasta a un negro con tal de cambiar su destino.


Desde el 20 de enero, cualquier madre negra de los Estados Unidos podrá decir a su negrito: "tu también podrías ser presidente, si te portas bien y te conviertes en buen ciudadano". Y no le estará mientiendo, pues ya no hay excusas para la autodestruccion.