miércoles, 7 de mayo de 2008

Médicos, salarios, política y Gobierno

Una buena parte de los médicos de nuestros hospitales, si no la mayoría, cumple aceptablemente con su trabajo: asiste diariamente, participa en las entregas de guardias, visita sus pacientes en cama, realiza guardias de 24 horas y ofrece consultas externas.
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Desde mis tiempos de estudiante de medicina, por allá por los años '70, me acostumbré a la idea de que los médicos a menudo se iban a la huelga reclamando distintas reivindicaciones, siendo la mejoría salarial la más frecuente entre todas. Después de todo, eran los tiempos del "medio millón para la Uasd" que tanto nos adiestró en la rutina de protestas, huelgas, movilizaciones, disparos y bombas. Tiempos de la "banda colorada", del Pacoredo y el MPD.
Afortunadamente, esos tiempos quedaron atrás y hoy contamos con una sociedad más madura y desarrollada, y como resultado, gobiernos democráticos y una Uasd más consciente de su rol en la sociedad. Muchos dominicanos continúan, no obstante, con la mentalidad de aquellos tiempos sin percatarse del cambio.
El Colegio Médico Dominicano, por ejemplo, aún no se ha enterado de que el cambio de su nombre de AMD a CMD ha sido por virtud de la Ley de Colegiación Médica (68-03) que le ha provisto de la condición de COLEGIO en lugar de su antigua condición de SINDICATO, detalle que cambia radicalmente su función ante la sociedad y el Estado, del cual ahora es parte. Pero no lo sabe o simula no saberlo. Prefiere seguir actuando como sindicato o frente de masas y enfrentar al Estado en vez de "servir al Estado Dominicano de organismo consultor en materia de salud, especialmente en la permanente actualización de las leyes que regulen el ejercicio de la medicina en la República Dominicana... y "...cooperar con los organismos oficiales en la vigilancia del cumplimiento de las normas legales relacionadas con el ejercicio de la medicina en el país". Por supuesto que conserva sus funciones tradicionales de velar por las condiciones de trabajo de sus afiliados incluyendo reglas de contratación, salarios, etc.
Pero la culpa no es solo del CMD. El propio Gobierno Dominicano no se ha ocupado de promover y exigir el espacio adecuado para el Colegio Medico ni de cumplir con las obligaciones que le impone la propia Ley de Colegiación, la Ley General de Salud y muchas otras. Seria agradable ver una protesta del CMD reclamando el espacio institucional que la Ley le otorga.
En estos momentos el CMD encamina una lucha por aumento salarial para los médicos dominicanos. Nada más justo y necesario. Ningún médico especialista en nuestro país llega a los 30 mil pesos al mes, y el promedio devenga alrededor de 22 mil cada 30 días (menos de 700 dolares), insuficientes para el nivel de vida y de gastos que la profesión y la misma sociedad exigen al médico. Los ingresos por práctica privada, tan cacareados en los medios, son un privilegio para una minoría de médicos.
Este exiguo salario resulta excesivo para muchos galenos. Los hay que acuden media hora o un par de horas, diariamente o cada 2 días, dependiendo de la buena voluntad del profesional. Algunos casi no asisten y dado que ahora se cobra vía depósito bancario, los menos ni siquiera tienen que molestarse en ir al hospital.
Sin embargo, una buena parte de los médicos de nuestros hospitales, si no la mayoría, cumplen aceptablemente con su trabajo: asisten diariamente, participan en las entregas de guardias, visitan sus pacientes en cama, realizan guardias de 24 horas y ofrecen consultas externas. Impulsados por su motivacion intrínseca, porque de afuera no existe ninguna, estos profesionales merecen el doble de sus salarios actuales.
Una pequeña proporción de médicos en todo el país, cumple a cabalidad sus deberes, sobrepasandolos incluso. Llegan muy temprano y se marchan muy tarde, y ya sea en la consulta, en la sala de internamiento, en la emergencia o en la mesa de cirugía, muestran una increíble capacidad de trabajo y amor al prójimo. A éstos habría que pagarles el doble que a un diputado.
Ahora bien, la dirigencia del CMD, embarcada en su lucha por aumento salarial, pero anclada en los años '70 y dirigida por un Presidente que, aunque inteligente y posiblemente con la mejor de las intenciones, es de personalidad obsesiva y con un afán de protagonismo personal, ha conducido la más torpe de las luchas en la historia reciente del Colegio o Gremio Médico.
Aparte de la inoportuna coyuntura escogida para las huelgas (proceso electoral); creerse que la actual Junta Directiva termina el 16 de mayo; su vinculacion o señales de vinculacion con partidos políticos de oposicion (2 muestras: 1-siendo el CMD una institucion del Estado, su Presidente invitó a su juramentacion a un candidato opositor por un partido del cual el mismo Presidente es alto dirigente; 2- el principal partido de oposicion publicó en la prensa nacional una página completa para jactarse de sus triunfos en las elecciones internas de diversos gremios y frentes de masas, entre ellos el CMD, sin que la actual directiva desmintiera esta vinculación); aparte de todo esto, repito, el Presidente del CMD comete el error, infantil en mi opinión, de descargar de responsabilidad al Ministro de Salud por la no respuesta a sus demandas para acusar al Presidente de la República; es decir, el CMD escoge como culpable y verdugo al propio Jefe de Estado. Tenía que ser al revés, culpar al Secretario para que finalmente un Chapulín Colorado, en este caso el Presidente de la República viniera a resolver el problema. Ahora resulta que el CMD ha ofendido al Chapulín y tendrá que esperar varias semanas o meses para ver si el Chapulin olvida el agravio.
Y ahora, ¿quien podrá defendernos?
Salcedo, R.D., 7 de mayo del 2008.


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