miércoles, 31 de marzo de 2010

Si las elecciones fueran cada 6 meses


“Todo sería primarias, precampaña, campaña, caravanas, tiros y puñetazos, votaciones, boletines, fraudes, alegaciones de fraude, impugnaciones, y ahí mismo, sin tiempo que perder, de nuevo primarias, precampaña, campaña,...”
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Si las votaciones nacionales para escoger cargos electivos en la República Dominicana fueran cada 6 meses, muchas cosas serían distintas, unas para bien, otras para mal.

¿Qué pasaría si cada 6 meses hubiera en nuestro país elecciones generales, bien para puestos provinciales y municipales o para escoger Presidente y Vice-Presidente de la República? Para comenzar, muchos organismos del Estado y la mayoría de los funcionarios municipales, provinciales y nacionales no tendrían tiempo, interés ni tino para nada más. Todo sería primarias, precampaña, campaña, caravanas, tiros y puñetazos, votaciones, boletines, fraudes, alegaciones de fraude, impugnaciones, y ahí mismo, sin tiempo que perder, de nuevo primarias, precampaña, campaña, caravanas, tiros y puñetazos, votaciones, boletines, fraudes, alegaciones de fraude e impugnaciones. La vida nacional giraría en torno a un continuo dominado por estas votaciones.

Claro, si así fuera, habría menos descontentos e inconformidades, puesto que los perdedores tanto en primarias como en elecciones nacionales se consolarían con la idea de que muy pronto, en seis meses, habrá más oportunidades. Tal vez se robaría menos, por falta de tiempo, o precisamente por ser tan corto el tiempo, haya una acelerada e intensa actividad desfalcadora. En fin, el lado malo es amplio e impredecible.

Sin embargo, creo que tendríamos muchas ventajas y beneficios, sobre todo para la población pobre y/o desempleada, que es mayoría, pues para comenzar no veríamos nunca o casi nunca una calle con hoyos, una carretera sin asfaltar. No habría un solo dominicano pobre que al enfermar, no disponga de los medicamentos recetados por su médico. Su candidato pagaría por él. Tampoco un solo muerto sin un buen ataúd y todo lo que se requiere para un funeral decente.

Pocas cosas me entusiasman tanto como ver a tantas familias pobres cocinando y comiendo todos los días, o casi todos los días, que es mucho decir, o arreglando sus modestas casitas, o recibiendo ayuda para sus cultivos y hasta préstamos de instituciones dirigidas por el candidato o por allegados a éste para financiar diversas actividades; o ver a pobres infelices llevando a su pariente a consultar con un médico especialista, amigo del candidato, en un clínica privada, sin costo alguno, todo gracias a la generosidad del candidato. Es maravilloso. Un verdadero y permanente “boroneo”, gracias a candidatos que urgen de sus votos todo el año, o casi todo el año. No podemos negar que sería un milagro ver como los dineros y los recursos acumulados durante tanto tiempo (en las valijas de muchos políticos) y las atenciones y necesidades negadas por siglos, tengan que ser devueltas y pagadas, al menos parte de ellas, cada 6 meses, y no cada 4 años como lo han puesto ahora.

Primero pensé que era más justo organizar las elecciones cada 3 meses. Más chance de compensación (por daños y perjuicios durante siglos) para la población. Pero me convencí de que no daba el tiempo, así que las extendí a 2 veces por año.

¡Que sería muy costoso!, ya pensó usted. Si ponemos aparte las desventajas citadas y muchas otras derivadas, no creo que sea elevado ningún gasto destinado a llevar comida, medicina, arreglos de calles y carreteras (aunque sean pura chapucería), acueductos, varios días sin apagones (pues otra manera no ha habido de lograr este milagro), sin mencionar la oportunidad de conocer en persona a funcionarios y aspirantes a serlo y hasta abrazarlos, ¡cada 6 meses!.

2 comentarios:

Ricardo Rivera dijo...

Escucharte hace a pensar. Si fallamos como país, cuales serian nuestras opciones o será que el famoso sistema democrático se convierte en puro concepto torcido en los países subdesarrollados por su inoperancia.
Entonces, que hacer? El certamen electoral esta concertado. Dos mil y pico de candidatos están esperando con precampaña, campaña, caravanas, tiros y puñetazos, votaciones, boletines, fraudes, alegaciones de fraude, impugnaciones, demagogias...
Votar o no votar?...
Dos mil y pico de nuevos ricos, o no, están esperando a que les legitimemos su estatus...
–Miro el paisaje de mi ventana (el océano atlántico)– y sin respuesta, te lo dejo ahí.

A.R.

Nelson E. Duarte Morel dijo...

Ricardo: Hoy, dos años despues, me parece aun más ajustado a la realidad, el tema en cuestion.